Transmitir la espiritualidad a nuestros hijos

  1. La dimensión espiritual en el ser humano

Iván, de cinco años, se quedó muy silencioso mirando fijamente las ondas. Sus ojos parecían abiertos a algo más allá del estanque, llenos de asombro y respeto. Cuando levantó la vista, me dijo aún maravillado: “hay olas redondas” . Yo sabía que él quería decir mucho más que aquello, pero el lenguaje no le alcanzaba. Le dije: “si, la piedra ha hecho olas circulares”. Yo tampoco sabía cómo captar aquel instante con palabras. Sonreímos, los . . .

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